Imagina contribuir a limpiar el medioambiente con un gesto tan rápido y sencillo como vestirte cada mañana. Ponerte tu camiseta o sudadera y que tu prenda hiciera el resto, purificando el aire que respiras. Un realidad que nace ahora de la mano de Greener en sus propios laboratorios, que aplican su propio proceso purificador sobre tejidos de calidad y sostenibles.
La industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo, y así lo detalla el informe de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), concretamente, «produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos internacionales juntos».
¿Cómo puede una prenda depurar el aire?
Las tendencias nacen y mueren bajo el dictado del «fast fashion», moda barata y de usar y tirar que semanalmente renueva prendas en tiendas. Un consumo acelerado en productos cuya producción daña el medio. Si la moda perjudica el medioambiente, ¿puede repararlo? Esta pregunta es la que se formularon Mónica Gilarranz y Fernando Pérez La solución tiene el nombre de su propia firma de moda: Greener, moda que purifica el aire.
«Cuando el aire entra en contacto con los tejidos, estos eliminan gases de efecto invernadero». Nuestras prendas transforman y descomponen los gases tóxicos (CO2, NOx y COV) en nuevas sustancias que purifican el entorno», explican desde Greener sobre su tratamiento purificador, certificado por OEKO-TEX Eco Passport y analizados por el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas).
Sobre tejidos de algodón orgánico 100%, reciclado y poliéster, el tratamiento purificador se plasma en cada tejido. El resultado son prendas de larga efectividad cuya eficacia disminuye de forma progresiva, es decir, con el ciclo de vida habitual de cada prenda.
Con las prendas de Greener no solo se purifica el aire de gases tóxicos, sino que además actúan como agente virucida, antimicrobiana y bactericida, eliminando virus y olores desagradables desde diseños atemporales, cómodos y de líneas puras, dispuestos a ser la parte más sostenible de cualquier fondo de armario.
Además, cuanto más luz tanto natural como artificial reciba la prenda más efectiva es su propiedad que, aunque es invisible para el ojo humano, puede comprobarse a través de un microscopio, en el que se aprecian los componentes de la ropa.
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SOBRE GREENER:
De la física y la inteligencia artificial a la moda, los rostros tras Greener . «Me matriculé en Física porque quería conocer cómo funcionaba el mundo. Cuando estudié la carrera me di cuenta de que quería salvarlo y no simplemente conocerlo», dice Mónica Gilarranz Alba, que junto al ingeniero informático y profesor de inteligencia artificial Fernando Pérez Rodríguez y durante un paseo por la playa en plenas vacaciones, concibieron la idea de crear ropa que purificara el aire y, tras meses de ensayos en el laboratorio dieron con su fórmula y su firma de ropa: Greener.
«Queríamos ir más allá, somos sostenibles y tratamos de generar impacto mínimo con lo que hacemos pero, ahora queremos ayudar a los demás a hacerlo. Decidimos crear algo que ayudara el medioambiente y que tuviera todo el mundo y, ¿qué tiene todo el mundo?; Ropa».
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