BRIHUEGA Y SUS CAMPOS DE LAVANDA: QUÉ VER, QUÉ HACER, QUÉ COMPRAR…
La llaman la Provenza española y no es para menos, los alrededores de Brihuega en el mes de julio están absolutamente rodeados por grandes extensiones de campos de lavanda, el mayor reclamo turístico que por estas fechas tiene esta localidad alcarreña. A escasos 60 minutos de Madrid, es una visita obligada no sólo para instagramers.
Lavanda, el aroma de verano en Brihuega
1/ Contempla y pasea por los campos de lavanda al amanecer/atardecer
Campos de lavanda hay muchos una vez que sales de Brihuega, pero los mejores son sin duda los que encontrarás en dirección a Sigüenza. Nosotros os aconsejamos que paréis 500m más allá del parking, donde no se concentra tanta gente y la profundidad de la lavanda y sus campos se hace más palpable. Por supuesto, no te olvides de hacer fotos y algún selfie para dar testimonio de tu visita.
2/ Recorre Brihuega y todo su entorno turístico-cultural
El castillo de Piedra Bermeja, el Museo de la Miniatura, el Arco de Cozagón, la Puerta de la Cadena, las cuevas árabes o los jardines de la Real Fábrica de Paños. Brihuega cuenta con uno de los patrimonios artísticos y culturales más impresionantes de la comarca, visitado cada año por miles de turistas enamorados de estas tierras. Si aún te queda aliento, no dejes de admirar esta villa a orillas del Tajuña desde las alturas, en su mirador.
3/ Degusta una limonada y tarta artesanal de lavanda en La Celestina
En el centro de Brihuega, junto a la Iglesia de San Felipe, se encuentra La Celestina, un coqueto café boutique que tienes que conocer sí o sí, no sólo por sus tés y cafés, también por su limonada – de lavanda, por supuesto – y zumos naturales de temporada, o por sus tartas artesanales “hechas por mami”, destacando en el mes de julio la que elaboran a partir de la lavanda y que también venden por encargo. Muy rica, suave y nada empalagosa.
4/ Prueba un masaje de pindas aromáticas en el Hotel Spa Niwa
“Un oasis de paz y tranquilidad en el corazón de La Alcarria”, así podríamos definir al Hotel Spa Niwa, el lugar de retiro perfecto para los madrileños cansados de la ciudad. De entre todos los masajes orientales que ofrecen, nosotros os recomendamos el de pindas (saquitos de hierbas) aromáticas de espliego y lavandín, calentados al vapor y colocados en puntos estratégicos del cuerpo con el fin de relajar nuestros músculos, tendones y articulaciones así como reducir el estrés tanto físico como mental.
5/ Visita las tiendas y puestos de productos a partir de la lavanda
Por todo el pueblo te sorprenderás de la cantidad de productos hechos con lavanda que puedes comprar, desde mieles, jabones o fragancias hasta aceites esenciales, velas e incluso pastelería, como las rosquillas de la Panadería Cepero. El mes de julio es sin duda el mejor para hacer turismo y compras por Brihuega, cuando la floración de la lavanda está en su máximo esplendor.