Fórmulas transparentes, a precios asequibles y que cuiden la piel. Un compendio de bondades para cualquier producto de belleza para el que suele ser necesario un buen proceso de investigación y de formulación. Y es que a veces, factores como el packaging, los aromas o incluso las campañas de algunos productos opacan las características que deberían ser indispensables para un buen producto de skincare. Yves Rocher, firma de cosmética nº1 en ventas de cosmética facial en Francia, nos abre las puertas a estas claves indispensables.
65 años de inspiración botánica, procesos de extracción patentados capaces de aumentar todo el potencial de las plantas, máxima eficacia demostrada y todo ello, buscando siempre un impacto positivo para el planeta. Desciframos las claves que han situado a Yves Rocher en el corazón de varias generaciones de francesas y de otras muchas mujeres en todo el mundo.
Han pasado más de seis décadas desde que nació Yves Rocher. En el laboratorio de su casa familiar de La Gacilly, en la bretaña francesa, Monsieur Yves Rocher comenzó a estudiar más de cerca el fascinante universo botánico que ha sabido adaptarse y evolucionar a lo largo de miles de millones de años. A través de experimentos en laboratorio y hallazgos con
microscopio, comenzó a comprender mejor las extraordinarias capacidades de las plantas y sus secretos. Hoy, en el
departamento de Investigación, Innovación y Desarrollo de los laboratorios de la marca en París, trabajan más de
180 científicos -biólogos, formuladores, químicos, físicos, dermatólogos, toxicólogos e incluso botánicos- que continúan
explorando la naturaleza para demostrar que las plantas esconden un verdadero tesoro de eficacia en su interior.

Descubrir los secretos de las plantas, inspirarse en su modus vivendi, sus mecanismos de defensa, de vida y de supervivencia. Esta búsqueda incansable de conocimiento es la bioinspiración y en ella colaboran estrechamente científicos y botánicos que aúnan su experiencia botánica y el conocimiento de la piel para seleccionar los mejores y más efectivos activos 100% botánicos.
En el departamento Investigación, Innovación y Desarrollo de los laboratorios de Yves Rocher, 32 botánicos y biólogos de plantas trabajan para descifrar la estructura y composición de las plantas con el fin de identificar las moléculas más eficaces capaces de satisfacer las diferentes necesidades de la piel. Después le llega el turno a los científicos que desarrollan métodos exclusivos y patentados de extracción para que las moléculas activas de las plantas frescas conserven sus propiedades, como el uso de disolventes naturales o la extracción en frío. Este trabajo extremadamente preciso continúa con la elección de una concentración óptima en las fórmulas para garantizar la máxima eficacia de los
productos, la validación en modelos cutáneos (in vivo y ex vivo), la aprobación de su inocuidad o la evaluación de su
estabilidad. Hasta la fecha, se han registrado 42 patentes para los ingredientes activos.

Yves Rocher cuenta en su portfolio con más de 450 ingredientes de origen botánico, todos ellos seleccionados y evaluados según los rigurosos y exigentes parámetros de la responsabilidad social corporativa, como la naturalidad, la procedencia,
la biodegradabilidad o la ecotoxicidad. Y en su afán de un avance constante, los equipos de Yves Rocher trabajan sin
descanso para mejorar sus procesos ecológicos.
Yves Rocher nació de la historia de amor entre Monsieur Yves Rocher y la naturaleza y esta se mantiene. En su pueblo natal de La Gacilly, en el corazón de Bretaña, Yves Rocher demuestra esa pasión y respeto por la naturaleza. Creado en 1975, el Jardín Botánico de La Gacilly es un auténtico laboratorio al aire que ha permitido el estudio de más de 5.000 especies diferentes de plantas. Miembro de la BGCI (Botanic Gardens Conservation International), forma parte de una red internacional de transferencia de conocimientos.
Y es en La Gacilly donde Yves Rocher cuenta con 60 hectáreas de campos, cultivados completamente de forma orgánica desde 1997 y utilizando un enfoque agroecológico que respeta el ecosistema y las personas. No solo estudian la planta y
su producción, sino todos los ecosistemas que coexisten con ella para garantizar su armonía global. Los insectos, el
suelo, pero también los seres humanos… Según la ONU, la agroecología es el camino más adecuado para la transición
de los sistemas agrícolas hacia un futuro sostenible porque combina la protección de los recursos naturales, el enriquecimiento de la biodiversidad y la interacción humana con la tierra.
Hace 3 años, Yves Rocher se convirtió en la primera marca francesa en ser miembro de la UEBT (Unión para el
Biocomercio Ético), una asociación internacional que promueve y establece buenas prácticas para obtener
ingredientes procedentes de la biodiversidad. Preocupados por asegurar la huella más positiva posible en el planeta, Yves Rocher prioriza el abastecimiento ético de fuentes responsables y sostenibles para los ingredientes activos que no
proceden de La Gacilly.