En la colección de esta marca de calzado están los zapatos que importarán esta temporada pero, sobre todo, los que conservarás para siempre
No se equivocan los que afirman que la experiencia es un grado. Al menos, no cuando la afirmación se hace en un contexto de saber hacer zapatero, pues una marca que lleva desde 1973 creando un calzado elegante, distinguido y de calidad es, sin duda, una etiqueta en la que merece la pena confiar. Eso sucede con Martinelli, una firma de referencia con base en Elche y presencia internacional.
“Ser Martinelli significa tener una actitud basada en la distinción y el buen gusto”, afirman desde la marca, que traduce ese concepto en zapatos elegantes y de calidad que cosechan, año tras año, séquitos de admiradoras. De hecho, la enseña describe su calzado como una apuesta segura. “Es simplicidad en las formas y armonía y, por lo tanto, ausencia de toda extravagancia o artificiosidad”, añaden. La calidad y la comodidad son los parámetros que guían todos sus diseños, los cuales, eso sí, no pierden de vista las vanguardias estéticas y la moda.
De hecho, Martinelli es moda. Todas las tendencias en cuanto a calzado se refiere que una mujer necesita a lo largo de su vida habitan en la última colección de la firma. En ella podemos encontrar salones de factura clásica que podrían ser el básico infalible de mujeres que tengan que acudir a la oficina y vistan traje como uniforme diario, pero también de invitadas que busquen un zapato cómodo además de bonito para sus looks festivos.
Sus tacones –salones y sandalias- atesoran una altura sensata y cómoda que equipara su funcionalidad con la de sus zapatos planos. En esa categoría están sus sempiternos y clásicos mocasines Leyre –declinados en muchísimos colores y materiales-, un básico para toda la vida que abandera la filosofía de la marca: comodidad ante todo.
Y una firma que apuesta tan fuerte por la practicidad no puede olvidarse de las zapatillas deportivas. Encontramos en su propuesta varios pares con plataforma y detalles que las alejan completamente de la estética deportiva.
Todo ello bajo el paraguas de los procesos de innovación más pioneros. “Es nuestro motor, lo que nos mantiene dinámicos. La curiosidad nos induce a replantearnos continuamente cómo hacer las cosas de una manera mejor. Somos inquietos y de mente abierta, dispuestos a salir de nuestra zona de confort y cambiar: tenemos mentalidad de startup”, reconocen desde la compañía.
Moda, estilo, calidad, comodidad, elegancia, detallista, experiencia, innovación, compromiso… Ser Martinelli es, además de ser un amante del buen gusto, tener un zapatero pluscuamperfecto en el que no falta un par a la moda.