El Grupo Zoko, es decir, el hostelero Peter Alexander, el chef Javi Álvarez, el periodista Jon Sistiaga y el dibujante Mikel Urmeneta, inaugura un nuevo restaurante en Valdemarín con el que seguir agitando el panorama sociocultural madrileño a través de un ambiente irreverente y roquero y de una cocina viajera y sin corsés que gira en torno al atún rojo de almadraba. Dirige el espacio la barmaid Nagore Arregui, con capacidad para 130 comensales, carta de coctelería y una decoración rompedora en la que destacan dos grandes murales realizados por el propio Urmeneta en colaboración con el presentador Andreu Buenafuente y la artista Claudia Stilianopoulos. www.restaurantezoko.com
De origen gaditano, Grupo Zoko desembarcó en Madrid hace casi cuatro años. Su primer proyecto en la capital fue Zoko Retiro, segunda sucursal del establecimiento primogénito del grupo en Zahara de los Atunes. Ahora llegan al barrio de Valdemarín con una propuesta gastronómica desenfadada, divertida y asequible que incluye algunas especialidades icónicas como la Pornografía de atún o los tacos de camarón, además de sus cócteles de autor como el Tuna Rita.
Fiel al ideario del grupo, Zoko Valdemarín es un espacio de culto al rock y al producto, especialmente al atún rojo salvaje que procede de las almadrabas de Zahara, Conil y Tarifa. En su carta de Valdemarín pueden encontrarse la ya famosa ‘Pornografía de atún’ con diferentes cortes preparados de distintas maneras (en tataki, en tartar cítrico, en un nigiri con hoja de ostra o en sashimi y flambeado con manteca de cacao), los tacos de camarón que son una fusión entre las cocinas gaditana y mexicana, la ensaladilla de atún con chiles ahumados, el espeto de gambón a la brasa con manzanilla y pack choi o la empanada de atún con yema de huevo.
También hay nuevas creaciones, ideadas especialmente para este nuevo local como el pulpo al wok con causa peruana, el secreto ibérico a la brasa, las albóndigas de picaña y huitlacoche en fondo de pato azulón y amontillado o el solomillo de atún a la brasa, así como propuestas fuera de carta, entre ellas platos de cuchara y chuletón de vaca pinta cántabra madurada en las cámaras del propio restaurante.
Completan la oferta una carta para picar entre horas o acompañar las copas con laterío gourmet, papelones de chicharrón de Chiclana, de cecina de vaca y de queso payoyo y otras raciones, una de vinos con en torno a 50 referencias entre las que no falta una buena selección de jereces, y una de cócteles con clásicos y las originales creaciones de Luis Inchaurragavan, bartender del grupo.