La coenzima Q10 es uno de los ingredientes cosméticos más eficaces tanto para prevenir la aparición de arrugas como para reducir y mejorar el aspecto de las ya existentes. El cuerpo la produce de forma natural, pero según vamos envejeciendo, disminuyen también sus niveles, por lo que es necesario recurrir a cremas u otros productos que la contengan. Además, está presente en alimentos como el pollo, los cereales, las carnes y algunas frutas y vegetales. www.innossence.com
También llamada ubiquinona, la coenzima Q10 es una de las sustancias con poder antioxidante más utilizadas en cosmética gracias a sus numerosas propiedades, protegiéndonos de la radiación ultravioleta y retardando el envejecimiento y la aparición de arrugas. Además, existen estudios de sus beneficios en procesos degenerativos e inflamatorios del organismo en general. Si hablamos de la piel exclusivamente, es muy potente en la renovación de sus células así como favorece la producción de colágeno y elastina, tan importante para un rostro firme.
Descubierta en 1955 por el Dr. Leonard Mervyn, la coenzima Q10 también suele tomarse por vía oral en forma de grageas o cápsulas: “En cosmética está presente en muchas cremas pero la cantidad que contienen de esta sustancia es pequeña, eso sí, de una alta calidad que garantiza su acción para combatir la falta de elasticidad, las líneas de expresión o las arrugas” – nos comenta Olivier Poncelet, de la firma cosmética española Innossence, que cuenta entre sus productos con una crema facial que la combina con un péptido antiedad, obtenido por bioingeniería y que ayuda a promover la producción de coenzima Q10 por parte de la propia piel. Además, este péptido ayuda a disminuir la apariencia de patas de gallo.
En la alimentación, podemos obtenerla introduciendo en nuestra dieta el consumo habitual de pescados como el arenque y la trucha, así como crucíferas (brócoli, coliflor), pollo de corral o frutos secos como pistachos y semillas de sésamo.
