El cuidado del cabello no es algo exclusivo de las mujeres, los hombres también necesitan una rutina adecuada para mantenerlo sano, fuerte y con buen aspecto. Además, es diferente al de la mujer, ya que es más grueso y tiende más a producir grasa y generar caspa, por lo que pueden compartir determinadas afecciones como la seborrea o la picazón, pero ni la intensidad del tratamiento ni su forma de abordarlo, coinciden.
El cabello de hombres y mujeres no es igual, pueden compartir los mismos problemas capilares pero la intensidad y tratamiento varían: “Los hombres, salvo excepciones, no suelen prestar tanta atención a su cabello, por lo que muchas veces dejan pasar por alto un pelo apagado, con poco brillo o con exceso de caspa. Lo primordial es conocer qué tipo de cabello tienen para después elegir el champú más adecuado a su problemática. Si es muy graso, se debe optar por uno purificante o equilibrante, otro con zinc o ketoconazol si tiene caspa y si es cuestión de sequedad, uno más hidratante, a ser posible con ingredientes como el aceite de argán, de coco o karité” – nos cuenta María García, responsable de experiencia de cliente de la firma de champús sin sulfatos Dalire.

La frecuencia también importa, si bien no hay que lavarlo todos los días, sí al menos cuando haya un exceso de sudor o grasa. También es imprescindible una mayor hidratación, muchos hombres omiten el uso del acondicionador, directamente se lo saltan, cuando es esencial para hidratar y evitar el encrespamiento: “Debe aplicarse en las puntas, no en el cuero cabelludo. También las mascarillas son recomendables, una nutritiva una vez por semana puede significar un gran cambio si se tiene el pelo muy seco o dañado. El secado mejor al aire libre, fuera del calor excesivo de los secadores, salvo que los regulemos y no los peguemos al cabello” – aconseja David Lesur, director de formación de los salones David Künzle en Madrid.

El cuero cabelludo es de vital importancia en los hombres, una buena exfoliación ayudará a eliminar las células muertas y promover el crecimiento del pelo, al menos se aconseja una vez al mes, haciendo suaves masajes mientras lo lavamos, mejorando con ello la circulación sanguínea y estimulando los folículos capilares. En cuánto a la alimentación, desde Dalire recomiendan una dieta lo más natural posible: “Que sea sobre todo rica en nutrientes, minerales y vitaminas, alejándose de la comida procesada que con sus grasas y exceso de calorías hacen que se genere más sebo. La dieta debe tener abundancia de biotina presente en plátanos, huevos o almendras, ácidos grasos Omega-3 (salmón y pescados azules pequeños) y vitamina E (nueces y aceites vegetales). También el estrés o las obligaciones diarias sin descanso pueden hacer que el cabello masculino se vea debilitado, sobre todo que se caiga”.


Filip Van, CEO de la firma cosmética natural Di Oleo, advierte de los productos que contienen alcohol por lo mucho que resecan el pelo, e invita a que optemos por pomadas, ceras, geles y por supuesto champús libres de químicos y moderados en fijación: “Un acondicionador natural con aceites esenciales calmantes como el neroli, el geranio o la rosa mosqueta, equilibra la actividad del folículo y fortalece el cabello estimulando la producción de colágeno, mejor si viene enriquecido con manteca de karité sin refinar, o los champús de romero para cabellos grasos, un problema frecuente en los hombres, y de jengibre para tratar la caspa y calmar el cuero cabelludo”.

Para el cabello seco y opaco en hombres, desde Di Oleo proponen más hidratación que aportan la rosa mosqueta, el aceite de oliva virgen extra, el extracto de aciano o el aceite de coco. Si es fino y delicado, ingredientes en el champú como la camomila, la caléndula o la raíz de cúrcuma. Para fortalecerlo y revitalizarlo, el sándalo, el polvo de raíz de maca y el carbón activado.