Es normal encontrar nuestra piel más seca y deshidratada en los meses de invierno, ya que los vasos sanguíneos reaccionan estrechándose ante el frío, además del problema de la calefacción u otros. Ángeles Girón, responsable de investigación en Nezeni Cosmetics, nos da las claves para tenerla y mantenerla continuamente en buen estado, analizando además, los principales síntomas, factores de riesgo y métodos preventivos. www.nezeni.com
Existen cinco tipos de cutis: normal, seco, graso, mixto y sensible, todos ellos regulados por factores como la genética, la edad, el estilo de vida e incluso las condiciones ambientales momentáneas. Esto significa que el estado de tu piel puede variar considerablemente en función de los numerosos factores internos y externos a los que esté sometida en un periodo de tiempo determinado.
Cuando el cuerpo tiene un déficit de lípidos o proteínas, el agua puede evaporarse más fácilmente de las células cutáneas. Sin agua, la tez se reseca y pierde su barrera protectora contra las influencias externas, lo que puede dañarla con mayor facilidad, provocar erupciones y un aspecto escamoso: “Los principales síntomas son una piel más tirante y áspera al tacto, sentir picor, descamación y peladuras, arrugas o líneas finas. Realmente, la piel seca es una afección muy común que representa casi el 40% de las visitas al dermatólogo, siendo las mujeres las más afectadas, si bien tanto hombres como mujeres sufren por igual la sequedad de la piel según vamos envejeciendo” – comenta Ángeles Girón, responsable de investigación de la firma sevillana Nezeni Cosmetics.
Tipos de piel seca: de contacto, atópica y seborreica
Dermatitis de contacto: Es una afección que se produce después de que la piel entra en contacto con algo irritante o alérgeno, desarrollando una inflamación localizada y picazón. Los síntomas más comunes son: dermis seca, escamosa y descamada, enrojecimiento, sensación de quemazón, picor extremo, hinchazón, ampollas y agrietamiento debido a la extrema sequedad.
Dermatitis atópica: El famoso eczema. Se trata de una afección cutánea muy común y crónica que se caracteriza por sequedad y picor, que suele aparecer con una erupción roja. Los síntomas incluyen picores intensos, manchas rojas o marrones, o tez engrosada y escamosa. En casos más graves, manchas costrosas de exudado amarillento seco o pequeñas protuberancias llenas de líquido.
Dermatitis seborreica: La caspa, una afección cutánea que provoca una piel áspera y escamosa en el cuero cabelludo y la cara. Se reconoce por los parches de piel escamosa que pican y que pueden parecer un poco grasientos, pero que pueden escamarse, especialmente si se rasca o se frota la tez.
Causas, factores de riesgo y prevención
Las causas serían varias: “Principalmente, los hábitos de baño (más por un exceso de limpieza que por un defecto), usar un agua muy caliente para nuestra higiene, jabones fuertes, desinfectantes y otros productos que pueden ser abrasivos, los alérgenos e irritantes, el frío ahora en invierno o incluso la medicación diaria o determinadas condiciones médicas como pueden ser la psoriasis, la diabetes o el hipotiroidismo” – apunta Ángeles Girón, que recomienda además, evitar usar jabón cada vez que nos lavemos la cara: “Lo mejor es un limpiador suave que no reseque y que aporte hidratación, como un buen agua micelar todo en uno”.
Para el tipo más común, el mejor tratamiento es un cambio en el estilo de vida para la prevención, un buen régimen de cuidado de la piel especializado y remedios caseros naturales para mejorar la condición: “Además de un limpiador suave que sirva como tónico para equilibrar el pH, no debe faltar un buen serum enriquecido con ácido hialurónico y una buena crema hidratante que selle la humedad manteniendo la capa superficial hidratada por más tiempo”. Entre los remedios caseros más eficaces, desde Nezeni Cosmetics aconsejan el aceite de coco por sus propiedades antimicrobianas y reductoras de la inflamación, el aceite de oliva por su poder para mejorar la elasticidad y la hidratación sin engrasar la piel, o el aloe vera, utilizado para casi todos los problemas y condiciones que afectan a la piel por sus grandes beneficios. En casa, podemos ponernos mascarillas de aguacate y miel, de avena, y utilizar exfoliantes de azúcar con diferentes aceites.
Para prevenir la piel seca, Ángeles Girón nos da algunas claves: “Hidratar regularmente con una buena crema hidratante en cara y cuerpo, cambiar los hábitos de baño, utilizando agua tibia en lugar de caliente y no pasar más de 5-10 minutos bajo la ducha, ni tampoco usar esponjas u otros materiales diseñados para frotar la epidermis, cambiar los productos de cuidado si fuera necesario y beber mucha agua, lo que aumentará nuestra energía y hará que la dermis esté más joven y brillante. Además de esto, protegernos bien ahora que llega el invierno y evitar ciertos detergentes cuando vayamos a lavar la ropa. En la casa, y muy importante, utilizar un humidificador para que el aire no esté demasiado seco y afecte a nuestra piel”.