El cabello rubio en verano aporta luminosidad al rostro, siendo elegido por muchas mujeres que buscan un look con el que sentirse más seguras y transmitir su personalidad, además se aprecia mejor el movimiento. Las primeras que optan por el rubio suelen ser las castañas, y muy por detrás las morenas y pelirrojas, sin olvidar que hay muchas tonalidades de rubio, desde el platino hasta el más oscuro, como también reflejos que van desde lo más cálido a lo más metálico. Cuidarlo en esta época del año no es precisamente sencillo si no es natural, como nos cuenta David Lesur, director de formación en ambos salones David Künzle.
1/ Disimula canas y dulcifica los rasgos faciales
“El rubio no es para todo el mundo. Para lograr que una mujer se vea favorecida por este color, yo apunto a una visión global a través de un conjunto de pasos, empezando por el corte de pelo (fundamental), luego el color y por último el peinado, combinándolo con un maquillaje y estilo de vestir apropiado” – apunta David Lesur, de los salones David Künzle.
2/ Goza de una amplia variedad de tonos
Los preferidos son el dorado, trigo y rubio ceniza: “Siempre aconsejo y practico la técnica de mechas californianas, ya que reproducen a la perfección un crescendo de color tal y como hacen el sol y el mar de manera natural cuando estamos de vacaciones en la playa, empezando con una raíz más oscura que se va aclarando a medida que llega a las puntas. También las mechas babylights, muy sutiles para las que optan por cambiar de color de una forma gradual y discreta. Son dos técnicas que no dañan el cabello y requieren muy poco mantenimiento y cuidado” – continúa Lesur.
Un tono con el que atreverse es el mushroom, que puede hacerse con la técnica de las babylights o bien combinándolas con balayage en tonos fríos, consiguiendo un color a medio camino entre el rubio ceniza y el marrón con marcados contrastes que aportan dimensión y profundidad en el cabello, y además, disimulan las canas en caso de tenerlas.
Otros rubios que probar este verano son el sandy, que simula la arena del mar y es perfecto para mujeres de tez blanca o muy blanca, el baby que nos devolverá a nuestra adolescencia por medio de mechones aclarados en las zonas del cabello que aportan más luminosidad, el chai que es una especie de beige en tonos crema sumamente favorecedor o una de las tendencias que arrasa en Nueva York desde hace años, o el dirty, que consiste en crear mechas muy difuminadas, suaves y cálidas con un efecto más natural. Aquí, los colores se funden o ensucian literalmente.
3/ Su cuidado es sencillo si sabemos cómo hacerlo
El pelo rubio es más frágil que otros colores si se trata de un cabello teñido, porque estamos hablando de un proceso que implica decoloración y eso debilita y sensibiliza el pelo, con lo cual, es imprescindible cuidarlo y nutrirlo más que uno natural: “Existe una larga lista de productos apropiados para mantenerlo sano con todo su color y brillo, incluso con pigmentos violetas para contrarrestar los reflejos amarillentos o azules para los anaranjados. En cualquier caso, aconsejo nutrirlo en cada lavado con acondicionador y al menos una vez por semana, hacernos un tratamiento profundo y reparador de la fibra capilar con una mascarilla” – destaca David Lesur.
Algunas firmas cuentan con champús específicos para rubias, como la sevillana Dalire, con un champú morado totalmente natural y sin sulfatos que además de cuidarlo, matiza no solo los rubios, también tonos blancos y plateados. Su precio es de 19,50€.