Una prenda especial, un gesto o una celebrity a la que todos admiramos. Cualquier elemento (o la mezcla de todos ellos) puede hacer que una imagen perdure para siempre. Una de las fotografías más emblemáticas e icónicas de la historia es y será la de Lady Di sentada en la pasarela de un barco con un traje de baño azul celeste. Fue tomada en Portofino por el paparazzi Stéphane Cardinale el 24 de agosto de 1997. Diana está sentada, cabizbaja y pensativa sobre una plataforma en el yate familiar de los Al Fayed… www.onne.com
Sin pretenderlo, Diana hizo grandes aportaciones al mundo de la moda. Sus estilismos acabaron siendo una parte esencial de su trayectoria, lo que le ayudó a ser un referente en esta industria. Elevado hoy a icono de aquella década, en buena parte gracias a ella, el bañador de una pieza que luce en la imagen promete convertirse en el capricho fashionista de la temporada.
Si hasta hace nada el bikini era el rey de los looks veraniegos, poco a poco el bañador le ha ido ganando terreno, en los últimos años, y cuenta cada vez con más adeptas. Se percibe como la silueta ideal para conseguir una figura más esbelta y presumir de piernas infinitas.
Este verano el tono azul empolvado es tendencia. Los colores pastel, esa familia de pigmentos de saturación baja que dan sensación de calidez y suavidad, son los aliados perfectos para combatir las altas temperaturas de la época estival. El azul bebé en particular resulta muy favorecedor, especialmente en ropa de baño, pues aumenta el efecto bronceado.
La firma Ônne comparte el imaginario de Lady Di y por eso cuenta con un modelo de traje de baño idéntico al suyo. El llamado Phoenix, en el color grey blue, que rebajado solo cuesta 63 euros.
A Gisela Cid, su fundadora, el impulso para crear su propia línea de baño le surgió, como tantas otras grandes ideas, fruto de la necesidad. “Me resultaba imposible encontrar bañadores que, por un lado, fuesen resistentes, duraderos y funcionales, pero que a la vez, tuviesen un guiño en el diseño que los hiciese apetecibles”.
Con el deseo de dar solución a ese anhelo nació esta pujante marca con una propuesta de valor sencilla: ofrecer colecciones de beachwear funcionales y favorecedoras pero que, sobre todo, empoderasen a sus clientas. O lo que es lo mismo, la vocación de Ônne es que todas las mujeres, con independencia de su morfología y su estilo, puedan sentir que son la versión más sexy de sí mismas vistiendo un traje de baño.
Para lograrlo, la etiqueta ofrece un nutrido abanico de diseños que se inspiran en épocas pasadas y que pueden adquirirse en onne.com. Alejados de la lógica de las temporadas, sus diseños nacen con vocación de perdurabilidad. La firma traslada a cada una de sus piezas una premisa básica de estilo: menos es más. Bajo esa idea se concibe un ecléctico repertorio formado por: braguitas de talle alto o tipo tanga, partes de arriba estilo bandeau, tops de inspiración lencera o sujetadores deportivos en clave nineties, entre otros diseños, que comparten un denominador común; un tejido particular e inusual en el mundo de la moda de baño, similar al canalé, que abraza la piel de sus clientas.