La socialité y empresaria ha encontrado la fórmula perfecta para darle un toque renovado a los vestidos en invierno: combinarlos con leggings
Olivia Palermo es una de las musas indiscutibles del street style. Fue la primera en acuñar el término ‘it girl’ −allá por 2008− cuando tímidamente se presentó en el programa de The City de la MTV, y más de dos décadas después, la socialité y empresaria sigue liderando las listas de las mujeres más elegantes y emuladas. Una tarea compleja en una industria que busca la renovación constante si no fuera por su gran habilidad para adaptar las últimas tendencias a su propio estilo y personalidad.
Uno de los tips de estilo más recientes de Palermo −quizá el más útil a la hora de combatir las bajas temperaturas− es el de lucir los vestidos con leggings. La trendsetter demuestra a diario que esta prenda deportiva puede ser tan elegante como unos pantalones de vestir.
Tal vez lo asocies como una prenda específica para eventos puntuales, pero en realidad el vestido largo o midis un gran aliado para crear looks increíbles en invierno. Lo complicado, a veces, resulta salir de las combinaciones más obvias y arriesgar. Por suerte, Olivia tiene la clave para hacerlo y acertar.
Los leggings son una prenda todoterreno, cubren y estilizan más que unas medias y, a diferencia de estas, no aprietan nada. Asimismo, le dan un toque relajado a los vestidos de fiesta, haciendo que estos sean perfectos para llevarlos en tu día a día. Además, por si esto fuera poco, al no cubrir los pies, se pueden llevar indistintamente con sneakers, botines o, incluso, con sandalias. Así pues, al igual que a Olivia Palermo, los leggings en tus looks invernales te garantizarán tres cosas: comodidad, combinaciones infinitas y mucho estilo.
Los leggings de la firma Ônne (https://onne.com/es/) han trascendido el contexto deportivo y se han tornado válidos y, sobre todo, apetecibles, para lucir a diario. Alejados de la lógica de las tendencias, los diseños de la firma nacen con vocación de perdurabilidad, trasladando a cada una de sus piezas una premisa básica de estilo: menos es más. Este discurso minimalista se materializa fundamentalmente en una colorimetría serena, abarcando un segmento de mercado muy amplio, por medio de prendas sencillas, en colores favorecedores y con patrones que se adaptan a cualquier tipo de cuerpo.